viernes, 1 de marzo de 2013

Beatles Memo Rosario. Bvd Oroño 107 bis. 21/02/2013. After Office

Hacía rato que quería ir a este lugar, y al fin pude cumplirlo. El lugar es un museo excelente dedicado a los 4 de Liverpool, lleno de memorabilia, videos y decoración al tono. Como pub o lugar gastronómico... es un museo excelente...

El título dice After office y no dice cena, porque por primera vez desde que escribo este blog, me levanté y me fui del lugar sin finalizar el objetivo. Ibamos a cenar, y terminamos yéndonos a otro lado a comer.

Llegamos y tomamos una cerveza. Empezamos a ver la carta de comidas, y lo que caracterizó a esa mesa de tres es que no había nada que nos provocara un "Quiero probar eso!" Y se le suma el hecho de que a pesar de estar excelentemente ambientado, cenicero de latón (si hubiese todavía un "Todo x $2", de ahí vendría el cenicero), copetinero con impreso de marca de mayonesa (de esos que cuando eramos adolescentes nos robábamos de un minimarket o un tugurio de mala muerte).

Decidimos pedir una porción de fish and chips, para comer algo "Brit", ya que miramos la carta durante 15 minutos sin poder decidirnos qué comer, ya que nada de la carta nos provocaba pedirlo. Lo pedimos con alioli. Yo se que un alioli es parecido a una mayonesa, pero esto parecía mayonesa condimentada, y no alioli. Hay una diferencia, y se nota. El condimento que tenía el "alioli", no lo tenía el pescado rebozado, que tenía gusto acuoso y desabrido.

Seguimos explorando la carta durante toda la hora que estuvimos en el lugar. La carta parecía la misma carta que podemos tener en un lugar de mala muerte, con nombres en inglés. Los platos de la Cocina de Linda incluyen un salteado común y corriente, las picadas eran picadas de lo mas pedestres y comunes. Los sandwiches eran hamburguesas, lomitos y otros sandwiches comunes y sin inspiración que podría comprar en la rotisería de barrio. Parecía la carta de ese barcito de medio pelo donde uno se sienta a comer algo al paso para irse rápido, donde uno para porque no hay otra cosa para comer.

La atención no presentó nada en particular, ni bueno ni malo. Tan regular como la carta. A metro y medio nuestro, mozos hablando entre sí en vez de mirar las mesas y la gente que los llamaba. Y en cuanto a precio, gastamos en 3 pintas, 2 gaseosas y un fish and chips, 150 manguetes, así que los dejo a ustedes evaluar.

Finalmente, después de una hora en la que los 3 comensales no podíamos decidir qué comer, porque realmente no queríamos comer nada de lo que había en la carta de lo inapetente que sonaba todo, decidimos finalmente levantar campamento e irnos a cenar a otro lado.

CONCLUSIÓN: Excelente museo Beatle. Eso es todo