lunes, 30 de enero de 2012

Taipei. Laprida 1121. Cena

Bueno, este es un post bastante complicado de hacer. No es la primera vez que voy a Taipei y se de que se trata, por lo que días antes de ir ya estaba pensando en como encarar la reseña. Les cuento que no fue fácil, pero la verdad que también me llevé una sorpresa. Este blog me está cambiando y de pronto vi a Taipei con un ojo crítico que no hizo resaltar las contras del lugar, sino de hacerme dar cuenta de los pros que no estaba viendo.

Me veo forzado, además, apenas inaugurado este blog a hacer una confesión importante. Aunque la reseña del lugar tenga cuestiones negativas importantes, voy a seguir yendo a Taipei. Por lo que decidí encarar este post, no como una reseña, sino como un instructivo de como ir a Taipei y tener una buena experiencia.

Lo primero que les voy a contar, es que Taipei tiene la mejor comida china que he probado en Rosario, en un lugar que tiene un aspecto un poco descuidado, y aparentemente sucio. ¡Si se guía por esa apariencia, mejor pida delivery!. Cabe aclarar que si bien el lugar parece sucio, la vajilla y las mesas no son mas sucias o limpias que cualquier otro lugar.

Cuando le digo que ir a Taipei es toda una experiencia, no le miento. Antes de seguir, quiero destacar que la atención, por ejemplo, que es parte crucial de este blog, es buena. Las mozas son atentas, amables, no hay que estar persiguiendolas, vienen y sacan las botellas vacías, traen todo lo que pedís (sorprendentemente) bien. Hasta ahí digamos que normal, nada especial. Lo que tiene la atención es que presenta... digamos, una dificultad idiomática.

Recomendación N°1: Hay solo una moza que es de habla hispana, por lo que depende de donde se siente, le puede tocar o no. La moza china dice "Si, Si" y uno nunca está seguro de si nos entendemos o no. Calcule el hambre que tiene, y si lo que quiere es entretenerse un rato, siéntese cerca de la barra que es donde atiende la moza china. Caso contrario, busque una mesa cerca de la puerta. Pero dejeme aclararle, que es mejor la atención de la moza china (o será que encuentro la experiencia muy entretenida)

Recomendación N°2: Convenientemente la carta está numerada, por lo que mas que pedir por descripción, es útil pedir por número y señalando el número de lo que uno quiere. Decirle a la moza china el nombre del plato, va a tener la consecuente respuesta de "numelo, numelo"

Imagine preguntarle a la moza "¿Cuantas unidades trae la porción de empanadas chinas al vapor?" y que la moza responda señalando el número de ítem en el menú de las empanadas (en la octava posición), "Otcho, otcho"... Después de unos segundos de insistir, uno normalmente dice "y bue, que sea lo que Diós quiera" y deja que la moza traiga (que la moza tenía razón, la porción tenía 8 empanaditas). Por ende la Recomendación N°3: Tenga fe, no haga preguntas que igual no va a saber siquiera si le contestaron o no hasta que le traigan la comida.

Recomendación N°4: Pida comidas para compartir. La explicación de esta recomendación tiene dos aristas. La primera es que las porciones son grandes, si cada uno de los comensales pide un plato, va a sobrar comida, y mucha (y mire que yo le inco al diente de lo lindo). La segunda es que la cocina saca platos y la moza sirve, esto es, si espera pedir un plato cada uno y comer todos juntos, olvídese. Los platos los van a traer mientras salen, a veces de a 1 o de a 2 a la vez, pero no mucho mas que eso. Pónganse de acuerdo los comensales y vayan picando todos de cada plato, o coman por etapas, primero uno, después otro, y así sucesivamente.

Recomendación N°5: El fuego mata todo. Si para estas alturas le sigue preocupando la limpieza del lugar (le va a seguir preocupando, creame), recuerde que la comida china se saltea, esto es mucho calor, muy fuerte. Nada vive tanto al fuego! O siempre recuerde que ojos que no ven, corazón que no siente y pida delivery.

Recomendación N°6: Al que madruga, Diós lo ayuda. Cayó gente a querer comer a las 23:30, y les dijeron que la cocina había cerrado. Si va al teatro (El Círculo está en la esquina), y sale de la función, Taipei no es para cerrar ese evento.

Por último, la Recomendación N°7: Disfrute de una comida que es MUY rica, y disfrute cuando vea la cuenta, porque le va a parecer una cargada por lo que comió. Por si no llega a ver la imagen, le cuento que fuimos 8 personas, comimos cuatro entradas, 6 platos (tanto entradas como platos para compartir... ¡¡nosotros ya sabemos ir a Taipei!!); 4 cervezas, 3 gaseosas, té de jazmines. Comimos a reventar por 340 pesitos.

La verdad que quedé sorprendido; además de que a pesar de que la atención es ... ¿bilingüe?, es una atención mas que decente, y de que si uno mira el lugar desde afuera, no da ni dos pesos, y probablemente no elegiría entrar, quizás sea la razón por la cual sacan tanto delivery, pero vale la pena darle una oportunidad.

CONCLUSION: Vaya, tenga miedo, siga las recomendaciones y disfrute

viernes, 27 de enero de 2012

Red Lion (ex Marró). Bajada embarcadero Rosario Central. Cena

¡¡¡Prueba irrefutable que tener una carta para elegir la comida no es necesario en absoluto!!!

Hace un par de semanas, se nos ocurrió con amigos, ir a comer a Marró, que hacía rato que no íbamos, y lugar cuyas sartenes disfrutamos mucho. La sartén nos dio en la cabeza considerando que como Marró no existe más, y ahora es Red Lion (desconozco su vinculación con el Red Lion de calle San Lorenzo, si coexisten, si se mudó o que).

El lugar, particularmente en verano es muy bonito, bien pegado al río (mas cerca o mas lejos según la altura del río, así que en estos días de sequía estaba un poquito mas lejos!). Muchas mesas afueras (todas), una barra con lugar para sentarse a tomar algo, espacioso, abierto y veraniego.

Tengo que admitir que telefónicamente nos avisaron que el lugar tenía su carta una selección de comidas mayor que la de un bar para ir a tomar algo, pero estaba más ambientado como Pub que como Restaurante. La atención telefónica fue excelente, incluso preguntamos precios y nos fueron comentando la carta y los precios por teléfono con paciencia y buena onda.

Ya en el lugar, la moza que nos sentó, amable, nada especial, pero bien, nos trajo las cartas. Ahí empezó el lio. Primero que nada, yo se que la inflación está jodida y todo lo que quieran, pero en un lugar donde uno se sienta a comer, que una cerveza de gama baja (llámese Quilmes, Brahma, Isenbeck y demás) esté 40 mangos me parece caro. En un lugar donde uno sólo va a tomar, como fuere un boliche te la creo, pero sentados a comer, no caro, carísimo.

Como éramos varios, se nos ocurrió pedir una pizza y una picada de fiambres y quesos. Una de las chicas que vino con nosotros fue la que peor la pasó. A títulos de anonimato y para poder hacer referencia a ella mas adelante, llamémosla María de los Cardúmenes Superiores del Alabastro del Litoral. Ella quiso pedir un plato de pastas con una salsa. La moza, muy enterada de las posibilidades le pidió que espere mientras consultaba en la cocina a ver si tenía ese plato. La moza volvió disculpándose diciendo que tenía la salsa, pero no los fideos (útil), por lo cual Mary (abreviemos) decidió pedirse lo que figuraba como plato del día.

Respecto de la picada, tengo que admitir que estaba muy rica, y se notaba que los ingredientes eran de buena calidad. ¡Si sólo los ingredientes que trajeron hubiesen sido los que figuraban en la carta como componentes de la picada!!! O el cocinero no tenía idea de qué decía la carta que traía la picada, o a falta de algunos ingredientes, improvisó y rellenó la tabla con cualquier otra cosa. Señor cocinero, leí la carta antes de pedir, así que le agradezco no me tome de dolobu y me traiga lo que pedí y no lo que se le ocurre a usted.

La pizza estaba bien, lo que yo denomino ni muy muy ni tan tan (es el término científico), solo una cuestión práctica tenía en contra, venía servida en un plato, con una ligera (y no tan ligera) concavidad, que hizo que cortar y servir la pizza fuera como hacer una cirugía a corazón abierto con los ojos vendados. De más está decir que cualquier presentación que pudiera tener la pizza se fue al demonio.

En general, mientras comimos la atención de la moza fue normal, no les digo que venía solita a ver si necesitábamos algo, pero la verdad que también era fácil ubicarla, no se escondía como a veces suele hacer el mozo que te atiende justo a vos.

A la hora de pedir los postres (a elegir de los 6 postres que había en el menú), a Mary se le ocurre la idea de pedir lan casero con crema (no es un error de ortografía, la carta decía lan... Se ve que a falta de poder volar desde el aeropuerto de Rosario, los amigos de Lan decidieron cambiar de rubro a los postres). De más está decir que no era tampoco el único error de ortografía grosero en la carta, cosa que por lo menos nos entretuvo un buen rato!

La moza, ya esta vez con visible rubor, pidió a Mary (y a su locura de pedir cosas extrañas) que esperara mientras preguntaba en la cocina si tenía crema (que en caso de no haber aparentemente era terriblemente complicado de preparar con crema de leche, azúcar y esencia de vainilla, esos ingredientes tan poco encontrados en las cocinas occidentales. Pero bueno, se ve que estábamos de suerte (casi), porque volvió la moza a avisarnos que crema había, lo que no había era flan (ni lan).

Ya frustrada por no poder cenar lo que quería, ni poder comer de postre lo que quería, y resignada a que otra no le quedaba, miró los otros 5 postres de la carta, que incluía bochas de helado, ensalada de frutas y macedonia (o sea, ensalada de frutas con helado). Mary decidió pedir la Macedonia, pidiendo por favor que la cambiaran la bocha de helado de americana, por una bocha de helado de dulce de leche. Si en este momento están pensando que esta Mary es una mina complicada, les aviso que está así como muy embarazada, tiene todo el derecho del mundo a pedir lo que quiera, INCLUSO las cosas que figuran en la carta!!! Mientras esperamos el postre, Mary va al baño, y en el interín, le traen su macedonia... con helado de americana. La moza no llega ni a dejar las cosas que desaparece, y cuando Mary vuelve, otra moza (la primera parecía una boya de lo roja que estaba la pobre), viene a explicarle a Mary que no había mas helado de dulce de leche. También avisó que por los inconvenientes esa macedonia no la iban a cobrar.

RECOMENDACIÓN AL LUGAR: La carta no está al pedo, en especial si la carta no es extensa como es este el caso, todo lo que figura ahí, debieran tenerlo, y no sólo la mitad de las cosas (y el word tiene un corrector ortográfico, para que no escriba para el orto, vio?)

CONCLUSION: Si no le importa que alguien más decida que es lo que usted quiere y puede comer, vaya tranquilo. Caso que sea uno de esos desubicados que lee la carta, o pretende elegir algo de lo que figura en la misma para comer, mejor vaya a tomar algo, en vez de a comer, que los tragos son muy ricos, el lugar es bonito para estar en verano, y la atención es 6 puntos sobre 10

domingo, 22 de enero de 2012

Doppio Zero. Tucumán 1281. Cena

Bueno, como segundo posteo de esta página, quedará claro que este no es un lugar para (solamente) quejarme de los lugares donde me atienden para el traste, sino también de elogiar los lugares que disfruto. Y este ha sido uno de ellos.

Doppio Zero es un bar/restaurant muy italiano en una cuadra poco transitada de Rosario. La carta incluye muchos tragos, muchas pastas, muchas ensaladas, muchas pizzas y entremeses, pocas carnes y muchos postres. Destaco en la variedad la originalidad de ciertos platos, que tienen elementos que no son comunes de encontrar (como lo es el típico lomo a la crema de champignones, puerros y demás). Para quienes disfrutan el té con tortas o un aperitivo, entiendo que el lugar está abierto todo el día.

Cuando llegamos, nos recibió la moza que nos ubicó en la mesa, nos trajo las cartas (hasta ahí, bien y normal). Luego nos trajo una copita a cada uno de un aperitivo. Destaco la opción, que en vez de el queso blanco para untar, traigan un aperitivo; me parece original y práctico (ya les voy a contar por qué). Destaco en esta parte de la atención, que la moza, siempre con una sonrisa en la cara, nos trajo el aperitivo, junto con la explicación de que tenía el mismo (sin necesidad de preguntarle "¿Che, y esto que tiene?").

Como no dejamos de ser complicados (éramos dos), apenas hacemos el pedido, celular de por medio, se nos unirían dos comensales mas. Así que marche un cambio de mesa de dos para mesa de cuatro, y poner en espera toda la comida hasta que dentro de media hora llegara el resto. Siempre con una sonrisa y predisposición.

Lo único que no cancelamos fueron unas rabas (teníamos hambre). Antes destaqué la practicidad de ofrecer un aperitivo en vez de algo para untar, porque mientras esperábamos las rabas, nos trae la moza la panera, explicando que nos había traído dos tipos de panes, del tipo pan de campo, recién salidos del horno (wow), diferenciados en que uno era relleno de cantimpalo (calentito... wow x 2). Las rabas, resultaron para nuestra sorpresa, ser de porción importante. La moza nuevamente nos explicó qué era que tenía la salsa para acompañarla (nada mas allá de una clásica tártara), y no cuenta que las rabas son rebozadas y hechas ahí mismo. Quizás esto sea un detalle que a muchos no les importe, pero destaco como parte del servicio que uno sepa lo que está comiendo.

Ya con el resto de la gente sentada, pedimos otras rabas, un plato de carne, y tres ensaladas. No sabíamos que esperar porque los precios la verdad que no son re baratos. Había ensaladas desde unos 35 pesos hasta ensaladas de 60 pesos el plato. Destaco de nuevo el tema de la practicidad del aperitivo, porque nuevamente, las porciones, importantes. Conclusión, panza llena, corazón contento.

Respecto al paladar, supongo que dependerá de cada comensal, las ensaladas estaban muy buenas, y el plato de carne es el que mas dependió del paladar. Las tiras de carnes estaban rebozadas y hechas en una salsa. La carne rebosada, al paladar, es una sensación extraña, la cual personalmente disfruté.

Disfruto de la atención, bueno, ¡la atención! Esto de estar comiendo y que la moza pase de vez en cuando a ver si las copas están llenas y rellenar, pero sin ponerse molestos de preguntar cinco veces mientras estás masticando si "¿Está todo bien?" me gusta. Disfruto además de que no vengan y directamente te saquen los platos sin siquiera preguntarte si terminaron de comer, o si pueden retirar. Tampoco disfruto que te encajen la carta de postres cuando capaz que no te interesa, por lo que destaco la actitud de la moza al respecto de preguntarnos si podía retirar los platos para que estemos mas cómodos, y ofrecernos si queríamos ver la carta de postres.

Y hablando de, a la hora de los postres, la carta se pone incluso mas italiana que las pizzas y las bruschettas en pan de campo, y hay abundancia de Nutella. Recomendación, si pide el recorrido de postres, que trae tres postres... sean tres personas, porque por el hecho de ser una degustación de postres no hace que sean mucho mas chicos. Personalmente disfruté mucho un mousse de mascarpone con crema de nutella. El tiramisú requiere de una explicación que la moza muy solicita nos dio sin necesidad de preguntarle. Es porque el tiramisú viene con la copa y al lado una copita con café expreso. Explicó que si bien el postre tiene café se trae por si a alguien le gusta mas fuerte, y se va tirando de a poquito el café para que "ablande y mejore" la mezcla. El postre que realmente no disfruté es uno que consta de una masa de pizza, doblada y cerrada rellena de Nutella (puede ser rellena de dulce de leche, pero esa no la probé). Tengo que admitir que si bien cada ingrediente por separado estaba rico, mi paladar no es lo suficientemente sofisticado como para disfrutar la combinación (pero de nuevo, será cuestión del paladar de cada uno).

Con respecto a la ambientación del lugar, la verdad que me pareció muy bonito. Tengo en cuanto a las instalaciones dos críticas constructivas que hacer. La primera es que el baño es sorpresa. Esto es, las dos puertas no tienen un cartelito indicando cual es el baño de caballeros y cual es el de dama. La sorpresa está en cuando una señorita abre una puerta y se encuentra con un mingitorio enfrente. La segunda es que recomiendo no sentarse cerca de la puerta, en especial si hace temperaturas extremas afuera, porque hay una traba que no abre bien y cada dos por tres la puerta queda abierta de par en par.

Respecto a los precios, no es barato, si bien no me resultó caro, o sí... Les explico, es mas caro que la media para lo que se come, pero por otro lado, hay ciertos "amenities" (el aperitivo, el pan relleno), que junto con un servicio cordial y atento, hacen que uno salga pensando que no pagó de mas, y que de hecho no pagó caro. Nosotros fuimos sin reserva y no tuvimos problema en encontrar mesa, sin embargo, en estos días he pasado y ha estado lleno, así que con llamar un rato antes no se pierde nada (si quiere el teléfono, busque, repito que lo mio no es propaganda, es contar mi experiencia).

Esto debiera ser una lección para todos los lugares donde se cagan en la atención. Estoy dispuesto a pagar un poco mas por un servicio diferencial. Me atienden bien, me pueden cobrar un poco mas caro.

Conclusión: VOLVER! y volver algún día a la tarde y sin dieta para entrarle a las tortas y los aperitivos.

sábado, 21 de enero de 2012

Maddalena de Jujuy y Alvear (Delivery)

Bueno mi primer apreciación acerca de un lugar ya arranca como el traste. Les cuento que anoche llamé para pedir una pizza a la pizzería Maddalena, en la esquina de calles Jujuy y Alvear. Hasta ahí parece hasta lógico, no? pedir una pizza en una pizzería.

Bueno, la señorita que me atendió no me atendió mal, me dijo el precio de la pizza que pedí, hasta que me dijo, "podés esperarla en 50 minutos, 1 hora mas o menos". Se imaginarán la expresión de mi cara cuando una pizzería te dice que una pizza va a tardar una hora... Insisto... una pizza. no cuatro, no diez, no el pizzero vestido de frac bailando la macarena; UNA pizza.

Si analizo la cuestión desde el punto de vista de tiempos. Masa para pizza, seguro ya la tenían precocida. Poner toppings encima de la pizza, meter en horno 5 minutos... ¿Incluso considerando que haya muchos pedidos (en un minuto llego a esa parte), cuanto pueden tardar en hacerlo? ¿20 minutos? ¿25?... La moto cuanto más puede tardar en llevar el pedido. ¿10 minutos furiosos?... Me da un total de media hora... querés ser generoso, 40 minutos... ¿y los otros 20 donde están??????

Le pregunto a la chica que me atendió "¿No hay forma de que sea antes??? una hora para una pizza me parece mucho.", a lo cual la chica me responde, que capaz que un ratito antes podía ser, porque tenía pocos pedidos. Que suerte la mía, que si tenía muchos pedidos, la pizza me tardaba entre hora y media o dos!!! Y de paso les cuento que la pizza tardó una hora clavado, ni dos minutos antes llegó.

En el lado bueno, si bien no soy un gourmet, he de admitir que me gusta que cuando comés una pizza de provolone, tenga mas de dos pedazos de provolone, esto es, me gusta que los toppings sean abundantes y en esta pizza lo son. El resultado es una pizza rica.

Hago la aclaración de que en estos posteos, los motivos por los cuales un servicio no es bueno, de poco me importan, esto es; capaz que para pagarle menos viajes al cadete lo hacen esperar 10 pedidos para salir una sola vez y no 3; pero la cuestión es que mi pizza tardó una hora, lo cual me parece exagerado sin importar el motivo que quieran darme. No creo estar pretendiendo imposibles, no?

CONCLUSION: Evitar el delivery... Habrá que ir en persona a comer ahí.

Introducción

Las épocas cuando el público de Rosario era exigente, y se jactaba de abogar por la calidad parecen lejos. La calidad de la atención en locales, restaurantes, bares, delivery y un largo etcétera han ido decayendo con el tiempo y hoy los rosarinos nos sorprendemos cuando en algún lugar nos atienden bien.

Cansado de que me atiendan como si me estuvieran haciendo un favor, y cansado de tener que morfarme la bronca de las formas que me atienden, decido comenzar a escribir este blog. Mi forma de premiar al lugar donde me atienden bien y de castigar al lugar que me atiende mal. Cúan castigado o premiado resulte el lugar dependerá de cuanta difusión tenga el blog, cosa que está fuera de mi alcance, por lo que esa parte se las dejo a ustedes, los lectores.

Aclaro desde el comienzo que esta no es una página de publicidad. Gano muy bien en mi trabajo, por lo que no necesito plata que pueda pagar algún bar o algún local para publicitar. Estos escritos son solamente destinados a querer aportar mi parte para recuperar ese esplendor y ese goce que da salir a comer, pedir una pizza, comprar ropa, y otras cuestiones, sin la necesidad de salir diciendo "la verdad que podría haberme atendido con menos cara de orto".

Mi promesa está en ir escribiendo, utilizando el título de cada posteo para el nombre del lugar, y el cuerpo de la nota para dar mi impresión. No soy un entendido de etiqueta, ni de gastronomía, ni de alta costura, por lo que mis comentarios en este blog representan simplemente mi opinión acerca de la experiencia que me tocó vivir en un lugar en particular. Trataré de describir con la mayor fidelidad posible mi experiencia particular, con la lejana esperanza de que en algún momento esto sea parte de un motor de cambio en la exigencia de los rosarinos a la hora de que nos atiendan.

Los veo en los lugares que visite!
Saludos