viernes, 28 de septiembre de 2012

El Cholo. Av. Illia 1701. 14/09/2012. After y Cena

¡Que ubicación privilegiada!... ... y ahí se me terminó lo bueno para decir (casi).

Lo segundo bueno para decir, es que en cuanto a amabilidad, las mozas fueron muy amables. Ahora, en cuanto a habilidades mozísticas (¿¿¿???)... ... Supongo que es un buen ejercicio aeróbico estar enarbolando los brazos sentado afuera, cuando las mozas no salen o miran para afuera, pero para hacer correr el vodka, no tan lindo.

Debido a que nos juntamos con la idea de hacer unos drinks con vodka, en honor a que nos conocemos de un lugar relacionado con el mismo, fuimos en horario de after office puede decirse. Comenzamos con un pedido simple, maní y tres tragos con vodka (los tres pedimos el mismo trago), dos de ellos cargaditos, y uno liviano (porque una señorita siempre pide el primer trago liviano, hasta que se embriaga y toda la señoritez se va al diantre). Los tragos tardaron unos buenos 10 minutos, y cuando la moza vino, no sabía cual de los 3 tragos era el liviano, cosa que creo no era pedir demasiado. Además, los tragos eran chicos, no tenían los ingredientes correctos (la menta NO reemplaza a la hierba buena. NO NO Y NO!!!), y eran en un 90% hielo, y en un 10% bebidas.

Cuando llegó el momento de pedir el segundo trago, ya pedimos los tres tragos cargaditos (dos tragos iguales, cargaditos, y un trago igual a los de la ronda anterior). Los dos tragos que se suponía vinieran cargados, parecían jugo tang. Así que (cuando pudimos encontrarla), le dimos a la moza los dos tragos, para que el barman le agregue mas vodka (y lo que asumimos sería un o dos dosis de saliva a cada uno). Si estaba escupido no lo sentí, porque seguía empalagoso una vez que volvió. Mas vodka no ayudó al trago. Y no sentí gusto o textura de escupida, que capaz que si lo sentía, ayudaba a mejorar el trago.

Después de un par de tragos, pedir algo para comer es esencial. Acá tengo algo bueno para decir. Pedimos una picada para dos, que era realmente grande, y la verdad que estaba muy rica (aunque también tardó un muy buen rato, mas de lo que debiera tardar en salir un plato que son casi en su totalidad ingredientes cortados y sin cocción).

Varios tragos y varias jarras de cerveza después, quizás hagan que no sea muy objetivo acerca de la última parte de la noche, así que solo voy a decir, que por varios tragos, y una picada para dos, el precio hubiese estado bien si los tragos no hubiesen sido chicos, suaves y con demasiado hielo. Y digo bien solamente, porque no fue barato tampoco.

CONCLUSION: Comida rica y mozas muy amables en una ubicación privilegiada. Mezclado con una atención que no puede calificarse de otra manera que no sea mala en cuestiones muy simples y tragos que si fuera el dueño, sacaría de la carta o cobraría no mas de 10 pesos antes que servir lo que nos trajeron al precio que nos lo cobraron. Como siempre digo, esto fue  mi experiencia y no necesariamente la que usted, lector, experimente si va, pero yo, planeo no volver a menos que no pueda evitarlo.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Sara de O. Bvd Oroño 1425. 01/09/2012. Cena

A veces hay que probar lugares intergeneracionales... Digamos que el promedio de edad se vio algo reducido por nuestra presencia. No es un lugar de viejos tampoco, pero sí es un lugar para la generación de quienes hoy tienen arriba de cuarenta... cuarentipico. Y a la que le haya ido bien.

No tuvimos la mejor primera impresión del lugar. Quién nos recibió nos miró de arriba abajo, y la verdad que hasta hoy, todavía no se si fue por la edad, o por la vestimenta. Nos ofreció una mesa afuera, como lo que tenía disponible, aunque mesas adentro había, y mesas que nunca se ocuparon. De lo que estoy seguro es que el recepcionista, nos quiso "esconder". Como soy fumador, y el clima realmente estaba muy lindo para estar en mangas cortas, terminar afuera resultó en mi beneficio.

El mozo no pareció estar demasiado contento con la presencia de quien asumo es la dueña del lugar. Ambos fueron muy amables, y cordiales. La dueña incluso con actitud maternal, descolocando un poco al mozo que cuando vino a tomarnos el pedido se enteró que el pedido nos lo tomó la dueña. Pobre muchacho no entendía lo que pasaba! Y parecía ser viceversa. Cuando la dueña vino a la mesa de al lado a dejar un plato que habían pedido, y vio que el mozo ya lo había traído, entró también en confusión.

Lo que nadie confundió fue la amabilidad, y hasta un mozo que solo nos trajo una gaseosa preguntó como estaba la comida. La cantidad de veces que nos preguntaron todos si estaba todo bien, fue adecuada, pero en el borde de volverse incómodo o molesto. Hay que tener cuidado con esto. Preguntar demasiadas veces si está todo bien, mientras trato de llevarme el tenedor a la boca, puede pasar de amable a molesto casi sin darse cuenta.

Cuando abra la carta y vea los precios, recuerde que las porciones son grandes, levante la mandíbula, evite las ganas de salir corriendo, y recuerde que yo le advertí en este post, que iba a desembolsar una buena cantidad de billetes.

Respecto de la comida, tiene pros y contras. El pro es que la comida tiene un aire a comida de mamá, y no a comida de restaurante. No es genérica en gusto, plana. Es comida con mucho condimento, se nota que usan sal, está sazonada con muchas especias y tiene ese gustito muy bueno de cuando la comida se sazona antes de cocinarse. La contra, es que si bien las carnes que comimos eran buenas, no eran de esas carnes que se cortan solas. Al precio que tienen, esperaba carne de primerísima calidad, y si bien fue buena carne, he comido mucho mejor calidad. Para que tengan presente, mis parámetros para medir la calidad de la carne son dos. El primero es el gusto. El segundo es la fuerza que tengo que hacer para cortarla. Y esta carne tuve que hacer un poco de fuerza para cortarla.

CONCLUSION: La dueña y el mozo nos hicieron sentir bienvenidos y nos atendieron muy bien. Pero tuvimos que pasar el filtro de quien nos recibió y ubicó, que nos hizo sentir un poco lo contrario. Respecto de la atención, fue excelente. Solo insto a tener cuidado con pisarse entre mozo y dueño para no resultar en desinteligencias y parecer cargoso. Si usted tiene arriba de cuarenta, y no le importa gastar un mínimo mínimo mínimo de 160 mangos por cabeza, este lugar lo va a disfrutar mucho