viernes, 14 de septiembre de 2012

Sara de O. Bvd Oroño 1425. 01/09/2012. Cena

A veces hay que probar lugares intergeneracionales... Digamos que el promedio de edad se vio algo reducido por nuestra presencia. No es un lugar de viejos tampoco, pero sí es un lugar para la generación de quienes hoy tienen arriba de cuarenta... cuarentipico. Y a la que le haya ido bien.

No tuvimos la mejor primera impresión del lugar. Quién nos recibió nos miró de arriba abajo, y la verdad que hasta hoy, todavía no se si fue por la edad, o por la vestimenta. Nos ofreció una mesa afuera, como lo que tenía disponible, aunque mesas adentro había, y mesas que nunca se ocuparon. De lo que estoy seguro es que el recepcionista, nos quiso "esconder". Como soy fumador, y el clima realmente estaba muy lindo para estar en mangas cortas, terminar afuera resultó en mi beneficio.

El mozo no pareció estar demasiado contento con la presencia de quien asumo es la dueña del lugar. Ambos fueron muy amables, y cordiales. La dueña incluso con actitud maternal, descolocando un poco al mozo que cuando vino a tomarnos el pedido se enteró que el pedido nos lo tomó la dueña. Pobre muchacho no entendía lo que pasaba! Y parecía ser viceversa. Cuando la dueña vino a la mesa de al lado a dejar un plato que habían pedido, y vio que el mozo ya lo había traído, entró también en confusión.

Lo que nadie confundió fue la amabilidad, y hasta un mozo que solo nos trajo una gaseosa preguntó como estaba la comida. La cantidad de veces que nos preguntaron todos si estaba todo bien, fue adecuada, pero en el borde de volverse incómodo o molesto. Hay que tener cuidado con esto. Preguntar demasiadas veces si está todo bien, mientras trato de llevarme el tenedor a la boca, puede pasar de amable a molesto casi sin darse cuenta.

Cuando abra la carta y vea los precios, recuerde que las porciones son grandes, levante la mandíbula, evite las ganas de salir corriendo, y recuerde que yo le advertí en este post, que iba a desembolsar una buena cantidad de billetes.

Respecto de la comida, tiene pros y contras. El pro es que la comida tiene un aire a comida de mamá, y no a comida de restaurante. No es genérica en gusto, plana. Es comida con mucho condimento, se nota que usan sal, está sazonada con muchas especias y tiene ese gustito muy bueno de cuando la comida se sazona antes de cocinarse. La contra, es que si bien las carnes que comimos eran buenas, no eran de esas carnes que se cortan solas. Al precio que tienen, esperaba carne de primerísima calidad, y si bien fue buena carne, he comido mucho mejor calidad. Para que tengan presente, mis parámetros para medir la calidad de la carne son dos. El primero es el gusto. El segundo es la fuerza que tengo que hacer para cortarla. Y esta carne tuve que hacer un poco de fuerza para cortarla.

CONCLUSION: La dueña y el mozo nos hicieron sentir bienvenidos y nos atendieron muy bien. Pero tuvimos que pasar el filtro de quien nos recibió y ubicó, que nos hizo sentir un poco lo contrario. Respecto de la atención, fue excelente. Solo insto a tener cuidado con pisarse entre mozo y dueño para no resultar en desinteligencias y parecer cargoso. Si usted tiene arriba de cuarenta, y no le importa gastar un mínimo mínimo mínimo de 160 mangos por cabeza, este lugar lo va a disfrutar mucho

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