Sorpresas todavía quedan en Rosario, y tengo que admitir que esta fue una. Desconozco hace cuanto que está abierto este lugar, pero tiene (como todos lados) sus pros y contras, siendo el principal pro la originalidad.
La primer parte original es que si en la puerta te quieren robar, que te roben ahí pero que no entren. El lugar está cerrado con llave y tiene timbre. Al estar todo vidriado, el mozo te ve venir y viene a abrirte sin necesidad de esperar o de que tengas que tocar timbre. Ahora, si el barrio está feo y te quieren robar, bajamos persianas, quedate afuera robado que adentro no pasó nada!
No estoy seguro de haber entendido la ambientación del lugar. Las luces con forma de cabezas de ajo (intencional y muy evidente), me pareció un toque de mal gusto en un lugar de otra forma bien decorado. Música muy española, figura como restaurante italiano en alguna información, y la carta no tiene una inclinación hacia ninguno de los dos países. Todavía no estoy seguro si fui a un lugar con temática o no. Si me gustó por ejemplo, que los vasos para gaseosa o agua tienen exactamente la forma de la copa, pero sin pie, dando un toque original incluso a la ambientación de las mesas.
No se si parte de la temática, pero con la panera nos trajeron una cazuela con un pastel de papas (o pastel de carne, según como lo llame usted) y tostadas saborizadas, a modo de tentempié. La verdad que estaba rico y bien presentado. La única contra al respecto es que la cazuela estaba caliente y no había forma de servirse sin agarrarlo. ¡¡¡Me quemé los dedos!!!
Aunque el comienzo les suene como algo negativo, hubo en la noche muchos pros. En una ciudad donde principalmente se come sandwichería, minutas, pizza y parrilla, que se preste mucha atención a la presentación de la comida es un pro importante. Tengo que admitir que me sube un poco el ego que la comida esté bien presentada. Me hace sentir que alguien se esforzó para que yo me sienta a gusto en un lugar, y a la parte snob de mi le encanta eso. Ejemplo es el escabeche de ave que viene con su propia canasta de pan, y viene en un frasco del tipo dulcero con una pinza para pinchar y servir. Original. Me gustó.
También muy bien presentado el matambrito relleno (¡de carne picada!) y también muy sabroso, pero como ya he comentado, no soy un gourmet, así que el hecho de que a mi me haya gustado, no significa que a usted le vaya a gustar. Confío igual en que le va a gustar. Rescato la originalidad de la carta en general, ya sea que la haya probado entera o no.
Acompañando una presentación diferencial, la atención del mozo fue aceptable y acorde. Fue cordial, después de comer un escabeche, cambió los platos (me hubiera sentido maltratado si no lo hacía) y los cubiertos. Amable, aunque me hubiera gustado que explicara un poco mas por ejemplo, de qué estaba relleno el matambrito. El menú tenía varias comidas que no son las normales de conseguir en cualquier restaurante, por lo que hubiese apreciado algún comentario o explicación.
Respecto a precio, comimos con entrada y plato, vino chico, soda (no sea cheto, en botella o sifón, sigue siendo soda, el agua con gas es el nombre careta) y un par de gaseosas. Gastamos 135 pesos cada uno, lo cual es elevado, pero también tengo que admitir que fiel a nuestra costumbre, una tercera persona comía perfectamente con la misma cantidad de comida, por lo que podría abaratarse.
Pequeños detalles siempre gustan, como por ejemplo, en el baño hay caramelos (es barato y queda bien), y también en el baño están los escarbadientes. No probé pedirlos a la mesa, pero es cierto que la gente fina va al baño para sacarse la comida de entre los dientes.
No aceptan tarjeta. Una gran contra. No me gustan los lugares que no aceptan tarjeta. Nota al dueño: Si el barrio no es el mas seguro, quizás sería una buena idea manejar menos efectivo, ¿no le parece?
CONCLUSIÓN: Me pareció original la comida, la presentación, habiendo entendido o no el origen de la comida. Quisiera probar mas de la carta de ese lugar. El único motivo por el cual no volvería es que no acepten tarjetas
Para los que se quedaron con la intriga sobre las lámparas con forma de ajo, acá hay una foto: http://www.viagourmet.com/experiencias/notas/ajo-arriero-el-restau-de-pichincha.html
ResponderEliminarGracias Mariana por sacar la intriga! Ese día tenía solo la cámara del celular y no se veía bien!!
EliminarSaludos!